COP25: la acción por el clima no puede esperar

Comienza la cuenta atrás para la celebración de la COP25, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que tendrá lugar en Madrid entre los días 2 y 13 de diciembre bajo la presidencia del Gobierno de Chile, lugar donde se iba a realizar la Conferencia inicialmente. Más de 25.000 personas provenientes de 200 países acudirán a la reunión, que se celebra anualmente desde hace 25 años. 

La agenda de la COP25 se centrará principalmente en la implementación de los objetivos del Acuerdo de París, un compromiso al que se llegó tras la COP21 y que entró en vigor en 2016. Los 195 países firmantes se han comprometido a mejorar la reducción de sus emisiones y poner en marcha los mecanismos necesarios para limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC. 

Sin embargo, los planes de los Gobiernos para reducir sus emisiones son insuficientes e incluso la ONU ha alertado recientemente de que aún cumpliendo con los compromisos del Acuerdo el objetivo de limitar el incremento la temperatura mundial estará fuera de alcance antes de 2030. A esto se suma la retirada del Acuerdo de algunas de las naciones más contaminantes del mundo, como EEUU y Brasil.

Es por ello que la COP25 se celebra en un momento crucial, donde además la sociedad civil se ha movilizado en todo el mundo – Fridays For Future, Huelga Mundial por el Clima… – para expresar la necesidad de establecer medidas urgentes para frenar el cambio climático y garantizar la sostenibilidad del planeta. 

El cambio climático afecta en mayor medida a las personas y países más empobrecidos, que son quienes menos han contribuido a generarlo, y que sufren ya hoy sus peores consecuencias: pobreza, migraciones forzadas, desastres naturales y muertes prematuras, entre otras. Los efectos del cambio climático impactan de manera especial sobre el derecho a la educación, una de las primeras actividades que se abandonan cuando se produce un desastre.

Las organizaciones que formamos parte de la Campaña Mundial por la Educación “somos muy conscientes de que una educación equitativa, inclusiva y de calidad tiene que formar parte de la solución. El cumplimiento del ODS 13 de acción por el clima pasa por que seamos capaces de garantizar el derecho a la educación, compromiso recogido en el ODS 4”, afirma Cristina Álvarez, coordinadora de la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación. “Como destacamos en nuestra reciente campaña “Defendemos la Educación, sostenemos el mundo”, la educación no solo aumenta el conocimiento y la sensibilización respecto al cambio climático, sino que permite a los individuos tomar decisiones mejores y más informadas en relación con el medio ambiente”. Por otro lado, está demostrado que la educación promueve que las personas se impliquen de manera activa en la solución de los problemas medioambientales, y que actúen para exigir medidas políticas que preserven el medio ambiente.