06 Abr El deporte, un gran aliado para la educación
El 6 de abril se celebra el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Naciones Unidas instauró este día para resaltar la importancia de la práctica deportiva y la actividad física en la salud, educación, inclusión, igualdad y desarrollo sostenible. Esta fecha fue elegida para conmemorar la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en Atenas (1896).
Por este motivo, desde la CME queremos reivindicar el papel fundamental que juega el deporte en la educación y la importancia de este en la salud de las niñas, niños y adolescentes en un momento en que los índices de sedentarismo son significativos.
El ejercicio físico no solo ayuda a mantenernos fuertes y saludables, sino que también proporciona una buena salud mental, estimula el cerebro, mejora estados depresivos e incentiva que nos sintamos más felices, por lo que nuestra confianza y autoestima también salen reforzadas.
El papel del deporte en la educación es fundamental ya que enseña al alumnado habilidades y valores sociales que lo acompañarán en su vida adulta.
Por un lado, la educación física fomenta la espontaneidad, la creatividad, e impulsa valores como el respeto en uno mismo y con los demás. El trabajo en equipo que supone la práctica deportiva permite una buena interacción social, a través de la convivencia y el respeto. Así que el alumnado que practica deporte tiene más posibilidades de desarrollar y potenciar una serie de estrategias y competencias nuevas y diferentes que aquellos que no practican ningún tipo de deporte.
Por otro lado, realizar ejercicios físicos contribuye a desarrollar la motricidad para que se pueda adquirir una buena postura, una flexibilidad, caminar de forma correcta y en definitiva mejorar su capacidad motora básica.
Hoy más que nunca la educación física debe ser incentivada cuando se nos está alertando de la existencia de una alta incidencia de sobrepeso y de otros factores de riesgo para la salud que podrían contribuir a la disminución de la expectativa y de la calidad de vida en el adulto. La Organización Mundial de la Salud identifica el sedentarismo como un grave problema de salud entre la población de 5 a 17 años.
El deporte puede prevenirlo, pero su éxito exige la implicación de toda la sociedad.