Día Internacional de la Juventud 2022: La solidaridad intergeneracional

Para conmemorar el Día Internacional de la Juventud, desde la CME España, asistimos a Reunión virtual de la Comunidad de Aprendizaje de Jóvenes y Estudiantes.

 

A través de este evento se buscaba reivindicar a los jóvenes y la labor que realizan en relación a la justicia social y al cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.  Pero no solo es labor de los jóvenes, si no que debiera ser un diálogo entre jóvenes y adultos en la consecución de un mundo más justo para todas las personas. Los jóvenes, no son el futuro, son el presente, pero necesitan aliados en los adultos y también conseguir recursos financieros para lograr sus objetivos. La movilización social y la incidencia política no se puede lograr sin aliados, es por ello que debería existir una mayor solidaridad intergeneracional, romper con la brecha existente, y aunar fuerzas para lograr mayores objetivos.

 

Desde Filipinas jóvenes activistas contaron como el Estado ejercía especial presión en aquellos grupos que se manifestaban. La creación de una Ley Antiterrorista durante la pandemia, censuró muchas acciones de las juventudes en pro de sus derechos «En Filipinas se aprobó la Ley Antiterrorista que creo que fue fundamental en la intimidación de muchos activistas y organizadores jóvenes y estudiantiles y en etiquetarlos como rebeldes y miembros del nuevo Ejército Popular. Durante la COVID, el gobierno tuvo la oportunidad de imponer más poder sobre las personas».

 

Conocimos el poderoso mensaje de una joven peruana de 15 años, invitando a los gobiernos a ir más allá de un evento o una foto para los medios junto a los jóvenes; reclama escuchar y dejar a las juventudes organizarce para llevar a cabo cambios y luchas, «Hemos visto la intención de los polítcos y las organizaciones de construir una agenda juvenil que represente a la juventud a nivel mundial en educación. Pero me dirán: ‘Quiero que me envíes ciertos representantes’… Entonces, solo quieren tener esa pequeña representación. Pero no es realmente una representación reflexiva. Realmente no nos invitan a armar una agenda. Solo nos invitan a eventos genéricos, para que puedan tomarse una foto y publicar esto dicen que han confiado en los estudiantes» afirma la joven a través de una entrevista realizada para informe de la GCE y agregó «Creo que la gran lección es aprender a escucharlos [a los jóvenes]. Si no tienes buenas preguntas, mejor déjales hablar primero. Aprende de ellos y de sus propias formas de comunicación que pueden ser diferentes a las nuestras. Tienen velocidad en sus pensamientos. Son más rápidos, son muy activos. Son capaces de organizarse para que ellos mismos se organicen. Los jóvenes tienen que sentir que confías en ellos».

Las brechas tecnológicas y de desigualdad en países como Namibia han hecho que las juventudes encuentren cada vez más obstaculos para continuar con sus estudios e incluso conectarse a reuniones como estas, explica una joven activista de este país: «Planteé el desafío en torno a la red de internet alrededor de una semana antes porque estaba en la granja y no tenía WiFi. ¡Tuve que comprar datos a mi propio teléfono para unirme a la reunión de la junta, que duró casi toda la mañana antes del almuerzo! Si tuviera problemas económicos, no habría tenido la oportunidad de unirme a esa reunión de la junta. Incluso las organizaciones internacionales que son muy deliberadas sobre la inclusión y dan a los jóvenes un asiento en la mesa podrían estar haciendo la vista gorda ante estas cosas, aunque a veces no deliberadamente».

 

Es, por todo ello, por lo que se hace necesario democratizar las instituciones y hacer que los grupos de jóvenes y activistas tengan presencia en los espacios de toma de decisiones, fomentando así una participación real de la juventud. Y todo esto solo será posible a través de la Educación, al servicio del conocimiento y no de los mercados, que iguales a las generaciones en las relaciones de poder, y que la democracia se aplique de forma real, haciendo que en esos espacios la partición se haga de forma efectiva. Sin embargo, compartir un diálogo, no significa compartir poder y es aquí donde radica el mayor conflicto intergeneracional, en el que los jóvenes reconocen la existencia de relaciones iguales de poder.

 

La unión hace la fuerza, es por eso que los jóvenes activistas reivindican esta unión haciendo partícipes a diferentes sectores, aunando sus voces para que sean escuchadas, con el objetivo de llegar a formar parte de estos órganos de toma de decisiones. Los problemas sociales no solo involucran a los adultos, nos involucran a todos. La juventud debe ser capaz de opinar y tomar decisiones sobre todo aquello que les afecta.

 

Durante toda la sesión hicieron hincapié sobre la solidaridad intergeneracional, lo que significaba y que esferas engloba.

 

Rafat Sabbah, presidente de la Global Campanig for Education resaltó la necesidad que existe de crear espacios y plataformas para la juventud, y es una de las metas que se persigue desde la CME internacional. Señaló que son precisamente los jóvenes los que seguirán luchando para lograr una educación equitativa, inclusiva, igualitaria y de calidad para todos.