Gracias por seguir promoviendo junto a la CME España la responsabilidad conjunta por el Derecho a la Educación

El 2021 ha sido sin duda un año con muchos desafíos en todos los ámbitos, también en
materia educativa.

En estos últimos doce meses, la pandemia no ha hecho sino agravar los retos que existían en
materia educativa a nivel mundial, de cara a lograr una educación equitativa, inclusiva y de
calidad para todas las personas.

En esta vuelta al cole, en septiembre de 2021 (más de un año y medio después del inicio de la
pandemia), UNESCO alertaba que 117 millones de alumnos y alumnas, el 7,5 % de la población
escolar mundial, seguían viéndose afectadas por el cierre total de escuelas. Aún a fecha de hoy
sigue habiendo muchos países donde las escuelas permanecen cerradas.

La pandemia ha puesto en evidencia las crecientes desigualdades. Quienes se encontraban en
situación de vulnerabilidad social o económica, han visto reducidas sus posibilidades de
acceso, permanencia y disfrute en una educación de calidad y equitativa.

Sin embargo, en este contexto de emergencia, la comunidad educativa ha tenido que
readaptarse, mostrando una vez más el papel fundamental de la educación y de los y las
docentes en la construcción de sociedades equitativas y sostenibles.

Las organizaciones sociales y las coaliciones que formamos parte de la Campaña Mundial por la
Educación (CME) hemos trabajado incansablemente reclamando a los representantes y a las
administraciones públicas el mantenimiento del derecho a la educación como prioridad, tanto
en términos políticos como presupuestarios.

Como decía Alberto Casado (Director de incidencia en Ayuda en Acción) en su artículo:¨los
retos son enormes y nos jugamos mucho en cómo enfocamos nuestros esfuerzos en lo
educativo, dentro y fuera de nuestras fronteras, en decidir qué educación es la que realmente
necesitamos como sociedades para abordar los retos que tenemos enfrente. Retos como los
conflictos, la emergencia medioambiental, las crisis económicas, la pobreza y la desigualdad
creciente, las emergencias sanitarias, que no entienden ya de fronteras ni de vallas y que
necesitan de una ciudadanía que entienda que todos y todas dependemos unos de otros para
vivir mejor en un planeta más justo y sostenible.¨

En la CME creemos firmemente que la educación es la base de la transformación social para la
generación de soluciones globales y el cambio sistémico, donde el bienestar de las personas y
del planeta están en el centro. Lograr el ODS 4 es imprescindible para la consecución del resto
de objetivos de la Agenda 2030. Así, todos y todas tenemos el deber de promover, a través de
la educación, una ciudadanía responsable, solidaria, crítica y activa.

Por ello, somos conscientes de la importancia de que sean los propios niños, niñas,
adolescentes y jóvenes, quienes se involucren en la defensa de la educación y ejerzan de
portavoces ante los poderes públicos, elaborando y trasladando sus propuestas y peticiones.
En el 2022 seguiremos trabajando de manera conjunta en ello, promoviendo el activismo y el
conocimiento crítico sobre la realidad y nuestras responsabilidades. Seguiremos alzando la voz
por una educación inclusiva y por el acceso de los colectivos más vulnerables, tanto en España
como en el resto del mundo, sin dejar a nadie atrás. Seguiremos demandando una financiación
justa para la educación. Y trabajaremos para generar lazos e intercambiar aprendizajes entre

los diferentes territorios y regiones, sumando entidades y actores comprometidos con la
defensa del derecho a la educación en las diferentes partes del mundo.
Por todo ello, desde la Campaña Mundial por la Educación queremos daros las gracias a todas
y todos por el trabajo de este año. Nos gustaría desearos un año 2022 lleno de logros
compartidos. Trabajando conjuntamente avanzaremos en lograr que la educación de calidad
para todas las personas sea por fin una realidad.

Kasia Tusiewicz – Coordinadora de CME España