02 Mar Tres años sin Berta Cáceres, la palabra que vive al replicarse
“Vos tenés la bala… Yo la palabra… La bala muere al detonarse… La palabra vive al replicarse”.
Esta frase nos da una idea de lo que significa la figura de Berta Cáceres, de cuyo asesinato se cumplen hoy tres años. Líder indígena lenca, feminista y activista del medio ambiente hondureña, aprendió “a luchar con alegría, con esperanza, con fe”, en medio de la adversidad que vive uno de los países más violentos del mundo.
Nació en un hogar dirigido sólo por su madre, doña Berta, quien desde temprano también trabajó en la defensa de los derechos humanos; partera, enfermera y alcaldesa, en la peor época de la represión de los 80 se dedicó atender la salud de refugiadas salvadoreñas. Sin duda, una gran influencia para Berta Cáceres, heroína y custodia de la naturaleza hondureña.
Berta fue cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH) en 1993, organización hondureña dedicada a la defensa del medioambiente en Intibucá y de la cultura lenca, para luchar por los derechos de los lenca, una comunidad indígena mesoamericana que ocupa parte del territorio de Honduras y de El Salvador desde tiempos precolombinos.
Junto al COPINH, Berta organizó fuertes campañas contra los megaproyectos que violaban los derechos ambientales y a la tierra de las comunidades locales. Se enfrentó, y a menudo derrotó, a madereros ilegales, dueños de las plantaciones, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban los suministros de alimentos y agua a las comunidades indígenas.
“Hemos aprendido a luchar en diversidad. Hemos aprendido a luchar con música, con ceremonias, con espiritualidad. Donde nos acompañan nuestros ancestros y ancestras, nuestros Nahuales, nuestros espíritus. Eso es. Creo que eso es lo que nos alienta. Y saber que aquí no hay otro planeta de repuesto. Solo hay uno.»
Berta logró organizar al pueblo lenca, la mayor etnia indígena de Honduras, en su lucha contra la represa de Agua Zarca. La construcción hidroeléctrica estaba prevista en el noroeste del país en el Río Gualcarque, sagrado para las comunidades indígenas y vitales para su supervivencia.
La campaña de Berta logró que el constructor más grande de represas a nivel mundial, la compañía de propiedad estatal china Sinohydro, y la Corporación Financiera Internacional, del Banco Mundial, retiraran su participación en el proyecto hidroeléctrico. Como respuesta a su lucha por los derechos de su pueblo y de otros grupos indígenas de Honduras, recibió amenazas de muerte, violación y ataque físico, que culminaron en su asesinato el 3 de marzo de 2016 en su casa.
En 2015, Berta recibió el Premio Goldman, conocido como el Nobel verde, en reconocimiento a su lucha en favor de los derechos del pueblo indígena lenca y de la madre tierra. Berta ganó ese pulso con fuertes actores políticos y económicos que vieron en ella un liderazgo fuerte y contundente.
Desde la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación, queremos honrarla titánica labor de Berta Cáceres, que nunca cejó en su lucha por los derechos de sus hermanos indígenas lencas y por preservar el único planeta que tenemos porque, como ella solía manifestar, no tenemos un planeta de repuesto. Sigamos replicando su palabra
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