Día de los Derechos de la Infancia

El 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos de la Infancia para  conmemorar la firma de la Convención de los Derechos del Niño, una herramienta  para la promoción y protección del bienestar de la infancia. La infancia es el periodo de la vida humana desde que se nace hasta los 18 años. La Convención sobre los Derechos del Niño enuncia, que todo niño y niña debería gozar de salud, disfrutar del descanso y del juego, tener una familia, un nombre, una nacionalidad, recibir educación, desarrollar la capacidad de libertad de pensamiento y de expresión, y ser protegidos frente a la explotación infantil, entre otras cosas.

A pesar de los avances en el cumplimiento de los derechos de la infancia y de los esfuerzos de los países para lograr la educación primaria y secundaria universal para 2030, el mundo sigue teniendo grandes retos para con los menores, sobre todo en educación, ya que 262 millones de niños no asisten a la escuela. El derecho a la educación tiene un papel fundamental en la Convención sobre los Derechos del Niño: sus artículos 28 y 29 obligan a los Estados firmantes a ofrecer educación primaria y gratuita, a respetar la dignidad de los niños y de las niñas en los métodos de disciplina y a orientar la educación al pleno desarrollo personal, al respeto de los derechos humanos y a la convivencia intercultural, de manera que puedan integrarse en la vida adulta activamente.

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De los 262 millones, 64 son niños y niñas en edad escolar primaria, 61 en edad escolar secundaria inferior y 138 en edad secundaria superior. Esto significa que uno de cada cinco, niños, niñas, adolescentes y jóvenes de entre 6 y 17 años no va al colegio. Las niñas aún enfrentan barreras para la educación en la mayoría de las regiones, y en particular en el África subsahariana, donde las niñas de todas las edades tienen más probabilidades de ser excluidas de la educación que los niños. Por cada 100 niños en edad de asistir a la escuela primaria, a 121 niñas se les niega el derecho a la educación.

¿Pero dónde están? Del total de 262 millones: 97,3 en África Subsahariana, 96,7 en Asia Meridional, 29,9 en Asia oriental y suroriental, 18, 5 en África del Norte y Asia del Oeste, 12,6 Latinoamérica y Caribe, 5,2 Europa y el Norte de América, 0.9 Asia Central y 0,8 Oceanía. Si analizamos por educación primaria o secundaria vemos lo siguiente. De los 64 millones de niños y niñas fuera de la educación primaria pa mayoría, 35 millones se encuentran en África Subsahariana. De los 61 millones de educación secundaria inferior, 27 están en África Subsahariana y, de los 138 millones en edad secundaria, 67 están en Asia Meridional.

Las cifras que hemos visto son alarmantes y, si no queremos que sigan aumentando, hay que instar a los países a garantizar que estos millones de niños y niñas tengan acceso al derecho a la educación. El pasado mes de febrero tuvo lugar en Senegal el encuentro internacional de financiación de la Alianza Mundial por la Educación (AME). Se recaudaron 1.860 millones de euros para los próximos tres años, lo cual fue un importante impulso político y financiero para la escolarización de todos los niños y niñas del mundo y para lograr que la educación que reciban sea inclusiva, equitativa y de calidad conforme al objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

El V Plan Director de la Cooperación Española 2018-2021, ha dado algunos pasos en la línea de apoyar la Estrategia de Infancia, pero debemos seguir avanzando. Creemos que el Gobierno debe asumir compromisos concretos para defender los derechos de la infancia como garantizar la máxima protección de la infancia especialmente en contextos humanitarios, así como la situación de riesgo en el que se encuentran, priorizar programas de asistencia humanitaria que incluyan educación en situaciones de emergencia y conflicto, garantizar que todos los niños y niñas puedan completar una educación primaria y secundaria obligatoria, universal, gratuita y de calidad o incidir con los líderes mundiales para eliminar todas las formas de violencia contra la infancia, tales como la mutilación genital femenina y el matrimonio temprano forzado, que afectan especialmente a las niñas y adolescentes.

Además, el Gobierno puede elaborar el III Plan de Infancia y Adolescencia (PENIA) 2018-2022, que es una de las recomendaciones que ha hecho este año a España el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas y que el anterior Gobierno no ha terminado de elaborar. El III Plan permitirá asumir compromisos para el Gobierno y coordinar mejor las políticas de infancia a todos los niveles. Es competencia exclusiva del Ejecutivo.