Los murcianos y murcianas reivindicaron el derecho a una educación inclusiva de los menores con discapacidad con juegos y un teatrillo en la Plaza de la Merced de Murcia

MURCIA.- La Campaña Mundial por la Educación (CME), bajo el lema “Sumemos capacidades. Por el derecho a una educación inclusiva”, reivindicó este miércoles en la Plaza de la Merced de Murcia el derecho de niños y niñas con necesidades educativas especiales a recibir una educación de calidad, sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, tal y como queda reflejado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Con este Acto Central las ONG miembro de la Española de la Campaña Mundial por la Educación, con la ONGD Entreculturas como coordinadora, querían dar la voz de alarma sobre la discriminación educativa que sufren las personas discapacitadas de todo el mundo: 93 millones de niños y niñas tienen algún tipo de discapacidad, lo que supone menos posibilidades de finalizar sus estudios y una de las mayores causas de marginación y exclusión en la educación. Esta marginación se acentúa en países de renta media y baja donde, además, las mujeres y niñas con discapacidad son objeto de una doble exclusión.

La Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) se celebra de manera conjunta en diferentes ciudades españolas desde el 7 al 13 de abril. En Murcia, el Acto Central dio comienzo este miércoles a las 17:00 en la Plaza de la Merced de Murcia. Las actividades comenzaron con un gran juego de la oca en la que colaboraron miembros del Centro de Promoción para la Autonomía Personal (CEPAP). La oca gigante hizo las delicias de los más pequeños, una actividad en la que los niños y niñas se divertían al tiempo que comprendían las barreras a las que tienen que enfrentarse las personas con discapacidad. Este gran juego de la oca, construido sobre el propio suelo de la plaza, se llamaba “avanza por una educación para todos y todas”, una actividad de movilización adaptada a todos los niveles para que los educadores puedan utilizarla en sus propios centros. Los niños y niñas tenían que dejarse guiar por sus compañeros con los ojos cerrados, debían reconocer emociones o saltar barreras físicas como las que todos los días los discapacitados se encuentran en las calles de nuestra ciudad.

Mientras que algunos seguían disfrutando del gran juego de la oca, las marionetas del teatrillo se ponían en marcha para contar la historia de “El pez que no quería ir a la escuela”. Una historia que hizo llegar el mensaje de la importancia de la educación de la manera más dinámica y mágica posible, pues todos hemos sido alguna vez “pececito” y no hemos querido ir a la escuela.

De manera paralela al resto de actividades, mayores y pequeños visualizaron diferentes videos relacionados con el lema de la Semana de Acción Mundial por la Educación del 2014, “Sumemos capacidades. Por el derecho a una educación inclusiva”. Videos sencillos, pero sin un segundo de desperdicio, llevaron a la reflexión a los murcianos y murcianas que se reunieron en la plaza. El caso de Lorenzo o Por cuatro esquinitas de nada, ponían una sonrisa y emocionaban a los espectadores.

Por último, a las 21:00, se daba por finalizado el acto con un manifiesto donde se reivindicaba la necesidad de unos sistemas inclusivos de calidad, basados en un enfoque de derechos, pues el derecho a la educación de las personas con discapacidad no puede seguir siendo un asunto marginal en las políticas educativas, sino que debe ser central para la consecución de una educación de calidad para todas las personas. El manifiesto destacaba como “en muchos países, los menores con discapacidad integran la amplia mayoría de los no escolarizados” y se recordaba a los gobiernos sus compromisos para lograr, en 2015, una educación para todos y todas. El comunicado hacía hincapié en la necesidad internacional y nacional de cumplir con las políticas de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) como “instrumento clave en la lucha contra la pobreza”.