Día Mundial de los Docentes

Esta semana, la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación ha tenido la
oportunidad de asistir a la segunda edición de Enlighted, la gran conferencia mundial para
promover el debate sobre la educación en la era digital que ha reunido en Madrid a
destacados expertos mundiales en educación, tecnología e innovación. Todos ellos parecen
coincidir en algo: en un mundo cada vez más incierto y tecnologizado, es necesario educar en
aquello que como seres humanos nos diferencia de las máquinas. Estamos hablando de
comunicación, empatía, pensamiento crítico, valores, trabajo en equipo. Se trata de un cambio
de paradigma que pasa por centrarse más en las habilidades que en los contenidos, más en las
preguntas que en las respuestas. No cabe duda de que el profesorado es un elemento
imprescindible en este camino hacia la educación del futuro, precisamente porque los
profesores y profesoras pueden aportar ese valor añadido que, como seres humanos, nos
distingue de los robots: pasión, comprensión, sensibilidad.


Faltan profesores y profesoras. Sin embargo, y a tenor de las cifras, parece que no somos del
todo conscientes de la importancia de su labor, ni del papel que desempeñan en el éxito
educativo, entendiendo la educación como un proceso transformador de las personas y las
sociedades. Según datos de la UNESCO, el cumplimiento del ODS 4 (“Garantizar una educación
equitativa, inclusiva y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todas las
personas durante toda la vida”) en 2030 depende de que se contraten 69 millones de
profesores y profesoras más en todo el mundo; África es la región más afectada por la falta de
docentes, una carencia que afecta al 70% de los países del continente (al 90% en el caso de los
profesores de secundaria). 1 Entre las razones de esta escasez de profesores y profesoras están
los bajos salarios, la precariedad laboral, la ausencia de oportunidades de desarrollo
profesional y la escasa valoración del trabajo de la profesión docente.


Si bien la escasez de profesorado cualificado, motivado y bien remunerado es especialmente
sangrante en el continente africano, en España tampoco somos ajenos a estos problemas. En
parte a causa de la desinversión en educación que siguió a la crisis económica, la profesión
docente se ve sometida a una temporalidad e inestabilidad que lastra sus condiciones
laborales. Un buen ejemplo de ello es la situación del profesorado de infantil, constituido
mayoritariamente por mujeres y cuya retribución apenas supera el salario mínimo
interprofesional y no alcanza el 60% del salario medio nacional. 2 Otros retos a los que debemos
hacer frente en nuestro país en términos de mejorar la situación del personal docente son el
excesivo número de horas de clase o su limitada autonomía en la toma de decisiones, que en
España es menor que en el conjunto de los países de la OCDE. 3


A pesar de que el profesorado es uno de los elementos más determinantes de nuestras vidas,
tanto a nivel individual como colectivo, las dificultades que atraviesa la profesión docente rara
vez acaparan titulares o aparecen en los medios de comunicación. Por eso, en el Día
Mundial del Docente, desde la CME queremos rendir nuestro humilde homenaje a todas estas
personas que cada día trabajan construyendo y configurando el futuro de nuestro mundo,
aunque no siempre seamos conscientes. A todos ellos y ellas, gracias siempre.