Monteserín Fotografía / Argentina

Carta abierta: Beijing+25: El camino hacia la igualdad de género empieza con educación para las niñas

Hoy debería haberse inaugurado el Foro Generación Igualdad, con la ambición de lanzar una agenda transformadora para generar progresos inmediatos e irreversibles hacia la igualdad de género. Este momento crucial, 25 años después de la Cuarta Conferencia Mundial sobre las mujeres y la Plataforma de Acción y Declaración de Beijing, se ha detenido debido a la emergencia sanitaria  global sin precedentes que está viviendo el mundo por la COVID-19.

Sin embargo, nuestro compromiso se mantiene firme, hoy y cada día: la educación de calidad de las niñas es clave en esta agenda transformadora ,y debe ser un pilar fundamental en los esfuerzos que realicemos para alcanzar la igualdad de género..

Así, hacemos este llamamiento conjunto a la coordinación al Foro Generación Igualdad, a ONU Mujeres, y a los países anfitriones, Francia y México, así como a las y los líderes globales de las Coaliciones de Acción de la Generación Igualdad, para que aseguren que la educación de calidad de las niñas forma parte de sus esfuerzos para promover resultados determinantes para mujeres y niñas y avanzar hacia una sociedad más inclusiva.

Aunque haya sido identificado como un reto transversal por parte de las seis Coaliciones de Acción, la educación de las niñas es mucho más.

La educación de las niñas es un derecho humano fundamental, consagrado en numerosos instrumentos como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención sobre los Derechos del Niño. Los derechos de las niñas no solo a la educación, sino también a través y mediante la educación, han sido ratificados en el Marco de Acción de Educación 2030, así como en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.

La educación de las niñas habilita el acceso al resto de sus derechos. También está relacionada con el crecimiento económico, la resiliencia y mitigación del cambio climático, promueve la paz y refuerza la salud y la educación a las siguientes generaciones. La educación es una clave fundamental para lograr la igualdad de género, y tiene el poder de transformar las normas sociales nocivas que impiden que las niñas y las mujeres ejerzan su autonomía  y desarrollen todo su potencial.

La educación de las niñas es más vital que nunca, ya que la pandemia actual ha minado el derecho a la educación de más del 90% del estudiantado mundial. En el momento más crítico de la pandemia, se interrumpió la educación de más de 1.500 millones de niños, incluidas 767 millones de niñas. Incluso antes de la COVID-19, el derecho a la educación ya era incierto para las niñas, que debían hacer frente discriminación por razones de discapacidad, ubicación geográfica, lengua, etnia u otras características, o a las limitaciones impuestas por vivir países afectados por crisis.

Las emergencias exacerban las desigualdades preexistentes. Cuanto más tiempo estén cerradas las escuelas, más tiempo estarán expuestas las niñas al riesgo de sufrir violencia de género, matrimonio prematuros y forzados, embarazos prematuros y no deseados, explotación (ya sea económica o sexual) y trata de personas, entre otros. Muchas de estas niñas corren un mayor riesgo de no volver a la escuela cuando vuelven a abrir: las estimaciones iniciales sugieren que esto puede suponer el abandono escolar de hasta 10 millones de niñas.

Por todo ello, desde la Campaña Mundial por la Educación España nos sumamos al llamamiento de la Campaña Mundial por la Educación francesa y hacemos un llamamiento a todas las y los representantes políticos para que refuercen la importancia y el poderoso papel de la educación en los derechos de las mujeres y las niñas.

Solicitamos compromisos tangibles, concretos, significativos y dotados de recursos, a través de fondos tanto bilaterales como multilaterales que permitan financiar la educación de las niñas, y que vayan acompañados de compromisos claros de los Estados para aumentar los presupuestos nacionales de educación.

Las organizaciones firmantes estamos comprometidas para lograr garantizar que todas las niñas puedan ejercer su derecho a la educación, y lograr así que nadie se quede atrás.

Consulta las organizaciones firmantes aquí.