Alberto Casado: “Si queremos que la educación de calidad para todos y todas sea una realidad, hacen falta recursos”


Alberto Casado Valera es Director de Campañas de Ayuda en Acción. Hablamos con él sobre #MilMillonesdeVoces, las acciones de la CME en España y a nivel global, y las responsabilidades de los Estados sobre la educación.


Pregunta: ¿Qué objetivos tiene #MilMillonesDeVoces?

Respuesta: Si queremos que la educación de calidad para todos y todas sea una realidad, hace falta recursos, es decir, dinero. Todos los líderes están de acuerdo en esto, en priorizar la educación, pero se tiene que traducir en presupuesto. Mil Millones de Voces habla, al final, de todo esto. Es una iniciativa de la Campaña Mundial por la Educación (CME), cuyo objetivo es contribuir a que, precisamente, se exija a estos líderes que pongan la financiación suficiente para conseguir una educación que, además, se ha visto golpeada por la Covid-19, como todos los sectores. 

P: “Es un trabajo que busca a involucrar a todos los líderes”

Efectivamente, a través de todas las coaliciones de la Campaña Mundial por la Educación, presentes en más de 100 países del mundo, tratamos de empujar a que los gobiernos asuman sus responsabilidades poniendo presupuestos suficientes. Si miramos las cifras de este último año, no hay que olvidar que durante el pico de la pandemia, ha habido más de 1500 millones de estudiantes quienes han tenido que parar sus clases. Aunque algunos han vuelto a las aulas, el golpe que esto ha supuesto, especialmente para los colectivos más vulnerables, ha sido enorme. 

P: ¿Cuáles son las obligaciones de los estados frente a los derechos humanos y en concreto frente al derecho a la educación? 

R: Los estados tienen obligaciones respecto a los compromisos con los derechos humanos. La principal de ella es proveer de manera directa ese derecho, en este caso el derecho a  la educación. Para ello se establecen tres niveles de obligaciones. Primero está la obligación de respetar. Esto significa que los estados eviten medidas que dificulten o impidan el disfrute del derecho a la educación. Tienen la obligación, también, de proteger. Esto significa que los Estados tomen medidas para evitar que terceras partes interfieran en el derecho a la educación. Por último, tienen que garantizar. Lo que significa que los gobiernos, los Estados, deben tomar medidas positivas y ser activos a la hora de ayudar y contribuir a que todos los individuos y todas las comunidades puedan disfrutar el derecho a la educación.

Actividad de la Semana Mundial por la Educación (SAME) de la CME en Pamplona.
Actividad de la Semana Mundial por la Educación (SAME) de la CME en Pamplona.

P: ¿Esto siempre se cumple?

R: No, no se está cumpliendo. Dependiendo de los estados, hay algunos que fallan en una, en dos o incluso las tres obligaciones. Por ejemplo, cuando hablamos de exclusión: esto significa que hay individuos que no están accediendo al derecho, o bien porque hay medidas que se lo impiden -por ejemplo, la falta de escuelas suficientes-  o bien en el caso de que hayan colectivos en determinados estados que impidan a otros, por las razones que sea, el acudir a los centros de educación. En este caso puntual, no estarían protegidas las personas para acceder al derecho de educación. Luego, es necesario que los Estados estén buscando siempre la manera de garantizar este derecho, incluso si no hay colectivos que lo impiden, o podemos decir que hay unas primeras medidas establecidas. Tienen que garantizar que todo el mundo acceda a la educación, especialmente si son personas en entornos muy aislados, personas de todas las comunidades de todas las etnias, religiones. Al final, en cuanto a proteger, respetar o garantizar, la mayoría de los Estados no están cumpliendo con todas estas obligaciones. 

P: Los Estados deben garantizar que se destine a la educación la máxima cantidad de recursos y que esta financiación sea progresiva ¿cuál es la situación actual de la financiación de la educación?

R: La situación no es buena. Si vemos las previsiones del Banco Mundial, están diciendo que habrá recortes potenciales del 10% de los presupuestos educativos debido a la Covid-19, y desde la coalición española de la CME, desde luego aseguramos que las medidas de austeridad no son una salida para ningún tipo de crisis, ni para esta crisis en concreto. Las últimas estimaciones hablan de unas necesidades de financiación adicionales en materia de educación, anuales, de 4 billones de dólares, por lo que hacen falta bastante recursos para proteger y que ese derecho a la educación sea real y factible para todos y todas. 

«…los gobiernos, los Estados, deben tomar medidas positivas y ser activos a la hora de ayudar y contribuir a que todos los individuos y todas las comunidades puedan disfrutar el derecho a la educación»

P: ¿Cómo crees que puede afectar una mayor o menor financiación en la implementación del ODS 4 «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos»?

R: Obviamente cuando hay menos financiación, siempre, y en todos los Estados, los colectivos más afectados son los más vulnerables: aquellos niños, niñas y jóvenes que viven en contexto de pobreza y exclusión. Estamos hablando de colectivos de infancia en entornos de pobreza, como decía, o infancia con discapacidad; también aquellos que viven en contextos aislados y rurales, o población migrante y desplazada. Es decir, aquellas personas  que dependen exclusivamente de una educación pública y gratuita, para conseguir una buena educación de calidad que le sirva para algo en su vida, y sobre todo para salir del círculo de pobreza y la exclusión. Si no hay financiación suficiente, estos son los colectivos que van a sufrir, no, que ya están sufriendo esa falta de acceso a la educación. 

P: ¿Asegurar la progresividad de la financiación pública de la educación es la principal garantía para el acceso a oportunidades educativas?

R: Sin lugar a dudas, sí. ¿Cómo se consiguen mayores presupuestos nacionales? Pues incrementándolos. Los recursos internos hasta ahora están siendo, y son, la mayor fuente de financiación de la educación de todos los países, y suponen alrededor del 97% de la financiación total de la educación. Lo que ponen los propios Estados para financiar la educación de sus ciudadanos. Por esto debe existir un compromiso de financiación por parte de los Estados,  con especial atención, como comentaba anteriormente, para responder a las necesidades de los colectivos más vulnerables. Y ofrecer una educación que sea inclusiva y de calidad. 

 Actividad de la Semana Mundial por la Educación (SAME) de la CME en Sevilla.
Actividad de la Semana Mundial por la Educación (SAME) de la CME en Sevilla.

P: ¿Cuáles son los principales reclamos y demandas que hacéis desde CME España?

R: Si miramos a la educación en España, pedimos que los incrementos presupuestarios en Educación se centren sobre todo en aquellos colectivos más vulnerables. Aquellos que necesitan sí o sí de lo público para obtener una buena educación. Que se atiendan a las demandas del colectivo docente, que ha estado sosteniendo la educación durante todos estos meses con medios muy limitados, y en su mayoría propios, sus ordenadores, móviles y su tiempo libre. Que se invierta cerrar la brecha actual digital,  no solo con ordenadores y tablets y conectividad gratuita, sino con formación a docentes y alumnado. 

P: ¿Y a nivel global? 

Si miramos hacia los compromisos internacionales que tienen un país desarrollado como España, pedimos que apoye medidas internacionales de alivio a la deuda. Los escasos recursos de muchos países en dificultades actuales, en vez de dirigirse a inversiones a los servicios públicos, como pueden ser la educación o la salud, van a pagar la deuda externa, y esto no puede ser así. La deuda, en el peor de los casos, puede esperar. Pero también solicitamos que cumplan el compromiso del 0.7% de la renta bruta. Un compromiso que los Estados desarrollados aceptaron y asumieron hace ya bastantes años, que supone que ese 0.7% de la renta nacional bruta se destine a ayuda oficial al desarrollo de  los países más vulnerables. Actualmente después de décadas de recortes de hasta un 70% de la ayuda oficial al desarrollo en España, ese porcentaje que debería ser del 0.7%, está en el 0.2% de la renta nacional bruta. En este sentido, nosotros animamos, alentamos y exigimos al gobierno de coalición que consiga alcanzar el 0.5% de la renta nacional bruta y destinarla a ayuda social y al desarrollo para 2023, lo cual, además, es su compromiso.

P: ¿Qué acciones vais a emprender para hacer incidencia política?

R: La coalición española de la Campaña Mundial por la Educación lleva casi 20 años trabajando en acciones de incidencia y sensibilización junto a un gran número de la comunidad educativa de todo el Estado, y como todos los años, estaremos muy activos durante la semana Mundial de Acción por la Educación, que es en la última semana de abril. Ahí, a través de distintas actividades haremos junto con esta comunidad educativa, exigir por medio de reuniones, por medio de cartas, y por medio de acciones concretas a las autoridades públicas españolas, que se sumen a este esfuerzo de las MilMillonesdeVoces para conseguir, entre todos, contribuir a un presupuesto suficiente y digno para tener una educación de calidad para todas y todos en el mundo.  




Para conocer más sobre Mil Millones de Voces: https://milmillonesdevoces.cme-espana.org/