20 de junio: Día Mundial de las Personas Refugiadas


Este año el Día Mundial de las Personas Refugiadas se celebra en España bajo el lema “Juntos nos cuidamos, aprendemos y brillamos”. Con esta temática se invita a considerar, proteger y asegurar el derecho a la salud de las personas refugiadas en el contexto de la crisis sanitaria global de la covid-19, y también se invita a abogar por la inserción educativa de las personas refugiadas (especialmente niños, niñas y adolescentes) para buscar un impacto positivo en su calidad de vida. 

Desde el año 2001, todos los 20 de junio se celebra el Día Mundial de las Personas Refugiadas, fecha que coincide con la celebración de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, en la cual se definió quién es un refugiado, qué derechos tiene y qué protocolos debe seguir el país de asilo. Setenta años después de este hito, nos encontramos ante la mayor cantidad de desplazamiento forzado de la historia, como muestran cifras recogidas por ACNUR: unas 82 millones de personas a finales del 2020, un incremento del 4% con respecto al 2019, cuando se alcanzó un máxiimo histórico de 79,5 millones de personas, de los cuales 26 millones eran refugiados. El año pasado se detectó una ligera reducción en la tendencia de este porcentaje, debido al cierre de fronteras nacionales en todo el mundo por el efecto de la COVID-19, lo que significó mayores problemas para 1,5 millones de personas desplazadas que no pudieron solicitar refugio y asilo.

Según el informe anual de la CEAR para el 2019, en España se duplicó el registro histórico de solicitantes de asilo, con 118264 solicitudes, de las cuales se ofreció protección en solo el 5.2% de los casos. Según Eurostat, para abril del 2020, ya se contaban más de 140.000 peticiones de asilo en España. Por otro lado, de acuerdo a cifras de ACNUR, recogidas en el informe “Reforzando la Educación de los Refugiados en Tiempos de Crisis”, en el conjunto de los niños, niñas y adolescentes, hay 7,1 millones en edad escolar, y 3,7 millones de ellos no asisten a la escuela. Además, solo el 24% de la infancia refugiada accede a educación secundaria. 

El acompañamiento a los refugiados 

La Global Campaign for Education dedicó su campaña “Leaving No One Behind” (No Dejar a Nadie Atrás) a la movilización e incidencia para defender la necesidad de tener políticas públicas que respondan al derecho a la educación de las personas refugiadas, desplazadas y solicitantes de asilo. Esto significa responder a las necesidades específicas de las poblaciones en contextos de desastres naturales, reconstrucción de emergencia y posconflicto, incluyendo la reconstrucción de instalaciones escolares, y la adaptación de las escuelas y de todos los sistemas educativos, incluyendo también consideraciones sobre el idioma de instrucción, la adaptación de los planes de estudio a los antecedentes culturales de los estudiantes y el apoyo emocional y psicológico cuando sea necesario.   

Desde la CME también hemos recordado la necesidad de contar con mejores datos para tener las bases necesarias que permitan entender la situación de las personas refugiadas y solicitantes de asilo, así como movilizaciones y talleres con activistas para visibilizar las acciones de personas que ponen de frente la necesidad de respetar el derecho a la educación de los refugiados, enfocándonos también en la necesidad de no dejar a nadie atrás. 

Impacto de la COVID-19

Otro informe de ACNUR, «Uniendo fuerzas por la educación de las personas refugiadas, basado en datos de 12 países del 2019, refiere que entre la población refugiada de estas naciones, solo el 31% de sus niños, niñas y adolescentes acceden a educación secundaria, lo cual afecta mayoritariamente a las niñas. Para estimaciones del año 2020, se preveía que, tras el impacto de la COVID-19, aquellos países donde la inserción escolar de las niñas era menor al 10%, se corría el riesgo de que todas vieran imposibilitado su regreso a las aulas de clases. Otros problemas, como el escaso acceso a tecnología, la imposibilidad de una estancia fija, y el aumento de los costos escolares se han visto agravados debido a los estragos causados por el coronavirus. 

Evento de la Global Campaign for Education

Como preámbulo al Día Mundial del Refugiado, el anterior 17 de junio, Global Campaign for Education realizó una serie de actividades académicas, las cuales estuvieron acompañadas por una charla sobre el valor de la educación para comunidades en situación de emergencia con Amra Sabic El-Rayess, profesora en Estados Unidos y autora del libro «The Cat I Never Named: A True Story of Love, War, and Survival”, basado en su experiencia como sobreviviente del genocidio bosnio en los años 90. 

«La educación fue mi salvadora y única vía para la acción» – Dra. Amra Sabic El-Rayess